miércoles, 25 de febrero de 2009

Felicidad, que bonito nombre tienes...

Tomemos la felicidad como un estado interno y no como un sinónimo de estar contento.

La infancia suele ser feliz (debería serlo siempre), pero vamos creciendo y vemos que existen visiones falsas del mundo que nos provocan tristeza, insatisfacción y vacío. Maduramos y empezamos a aceptar las cosas como verdaderamente son.

Me encanta Jorge Bucay. En su libro "Camino hacia la Felicidad" cita a su amigo Enrique Mariscal que dice que los hombres y las mujeres necesitamos H2O para crecer...

"A diferencia del H2O de las plantas, el H2O de los hombres y de las mujeres no está formado por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.

Nuestro H2O está compuesto por una primera H de honestidad; si quieres crecer, debes aceptar honestamente que las cosas son como son, dejar de mentirte y engañarte, y de engañar a los otros. Debes enfrentarte con la verdad honestamente.

La segunda H es la de humildad; si quieres crecer, vas a tener que agregar humildad a tu vida, saber que tienes tus capacidades y tus discapacidades, saber que tienes lados flacos, que tienes que poder pedir ayuda y aceptar que te equivocas, debes aceptar humildemente que necesitas de los otros.

Por último, la O de esta peculiar fórmula es la O de osadía; hay que tener el coraje de enfrentarse con lo que la vida te enfrente, la valentía de no salir corriendo, de no dejar la tarea difícil en manos de otros. Debes aprender a hacerte cargo de lo que la vida te pone enfrente."

Quiero respirar y llenar mis pulmones de ese H2O.

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